Amanecía, en el alma de él moría
la última lágrima de despedida
y ahora, lejos ella está perdida
la esperanza, el sueño, la alegría.
Anochecía, su espíritu lo sabía
los primeros lamentos comenzaban
y los fantasmas danzando lo llamaban
ellos, sangre bañada en algarabías
Cuerpo, rostro, memoria, palabras
que su hermosa amada prometía
llegaba él a una luna tardía
hechizo de junio, músicas macabras.
Pasión, vigilia, sangre, olvido
lo poco que tuve se ha ido.
XES
Guadalajara 16, 2006
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