viernes, octubre 20

Julio Cortázar

El perseguidor

Cuento Corto
Erocktica



Click here to get your own player.

Dark Sadness

los días sin saber de ella, aún en mi tiniebla, se oscurecen.

bufones

Existen en tierras altas, guerreros derrotados, que viven y cuentan la mentira de victorias. Sin embargo algo de tristeza en sus ojos los convierte de actores a bufones. Sólo he ganado risas de mis espectadores.

miércoles, octubre 18

Joseph K.

No es que tú estés enterrado en la mina y las masas de piedra te separen a ti, débil individuo, del mundo y de la luz, sino que estás en el exterior y quieres acceder a la persona enterrada y te ves impotente frente a las piedras, y el mundo y su luz te vuelven más impotente todavía. Y en cualquier momento puede morir de asfixia aquel a quien deseas salvar, de modo que has de trabajar como un poseso, y él nunca morirá de asfixia, de modo que nunca podrás dejar de trabajar.

Franz Kafka (1920)

domingo, octubre 15

Noticia de los dispersos

En una equivocada edad donde caminan
los dispersos los que no han abierto
su verdad al mundo aún al resuello como el hilo
de lo que todos saben y no han dicho
perduran o perseveran en lo limpio los dispersos
en la desigualdad del orden donde guardan
como la sed como la musitante sed su avinagrado día
en ese digno
afán con una cifra
en la orilla de los números del mundo

Miserables los dispersos reiteradamente juntan
cuatro cosas y el alegre respirón de un aire viejo
se saludan
se sospechan
en la brusca memoria del amor
o la palabra (cualquier gesto)
los agrupa
o no los borra no los cuenta no los cita
pero los retiene
convidados de piedra confundidos en todo
casi se pierden
casi se dan por omitidos unos a veces
y apagan con los dedos una llama
escriben en la arena dicen que son niños
soplan en el polen transparente
y se ríen
pasan con su piedra antigua rotan como soles
se despiden se cansan se impacientan
los dispersos

Unas veces no
los hallaremos más nadie dirá petrificados
sus jardines su corazón sus herramientas
su triste manera de mirar algo tan lejos
muy algo tan lejos

Qué raros son
los dispersos
a nadie le gusta tenerlos demasiado tiempo cerca
parecen ácido o luz
queman o incomodan no sabe uno qué hacer con ellos
abre la puerta
deja que salgan
toma gracias adiós
y que dios
te cuide
pero no vuelvas

Ruido en el corazón
de los dispersos
eso
debe pasar porque enmudecen
gritan cantan
sufren se despiertan
porque se van a pie distancias
que bien pensado nadie quiere caminar
y no se cansan sólo se mueren a veces
porque en su respiración hay un zumbido que parece canto
una razón que no los deja vivir que no los deja quedarse
y cómo hacer cómo decirles
que ya no
hay casi lugar
en esta celda para ellos -

Jorge Fernández Granados
Letras Libres-Mayo de 2001