miércoles, febrero 1

Pensamientos Momentarios (IV)


Como navajas oxidadas por el tiempo
Que recorren torpe y lentamente
El camino que dará final
A los pensamientos de gran genio.

Solo quedan vestigios de una historia
Que solo deja al lector la duda,
Si estas fueron escritas con fidelidad
O simplemente se trazaron
Para crear un mito de desesperanza,
De desilusión; que será imitada
En el desaliento de los demás.

Los últimos granos del fatídico reloj
Avanzan hacia el vacio
Como un verdugo, sin misericordia.

Que ciñe el roído corazón,
Que causa dolor sempiterno,
Que derrite las desgastadas venas
De tan desesperado y mísero ser humano.

Se aferra sin cesar a la vida
Cuando la muerte le abraza,
Le toca, le susurra, le trata de hipnotizar.

Prefiere sufrir una vida
En lugar del descanso eterno
Tiene gran temor de
Verse como niño dormitando,
Tranquilo, taciturno, dócil.

Que desean mis letras demostrar
Si no son más que contradicciones
Desesperación y llena de tonterías

Cuándo he de encontrar la paz
Sin que la fastidiosa muerte
Me recuerde noche a noche
Que me poseerá y
Me dé ese inútil consejo
De gozar en vida…

Más, no se vivir.